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Relatos de Alan Moore: Vega “Vidas breves” enero 18, 2008

Posted by Etrigan in Cómic.
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“La vida es corta”

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Que alguien me corrija, pero creo que este relato de Alan Moore y Kevin O´Neill salió como complemento en algún número de aquella serie que Ediciones Zinco dedicó a los Clásicos de la DC. Eran sólo cuatro páginas, pero la verdad es que me impactaron más que muchas macrosagas formadas por infinidad de números. Era una historia en la línea de los relatos cortos de Future Shocks, caracterizada por la imaginación y por el elemento sorpresa.

Una extraña raza extraterrestre de aspecto insectoide invade un planeta en el que hay dos gigantes colosales inmóviles que están sentados y mirándose el uno al otro. Después de un largo tiempo tras instalarse observan que los ojos de dichos gigantes se mueven, por lo que concluyen que están vivos. Pero lo realmente curioso es que viven en una estructura temporal completamente distinta a la de ellos, ya que el tiempo pasa muy lentamente para los gigantes en comparación con el tiempo en el que viven los insectos. Les intentan atacar de todas las maneras, pero los gigantes no son conscientes de la existencia de ese enemigo, de tal manera que mueren todos los insectoides y desaparece su civilización los gigantes ni se enteran. Sólo al final cuando hay una explosión nuclear, uno de ellos se percata de que hay una nube de polvo en la que se ven pequeñas figuritas, probablemente pertenecientes a alguna otra civilización que se desarrolló junto a los colosos.

Extraña historia en la que Alan Moore nos muestra cómo puede ser imposible la comunicación entre seres pertenecientes a diferentes galaxias, que obedecen incluso a leyes físicas distintas. ¿Parábola sobre la incomunicación con Dios?¿Metáfora sobre la indiferencia de los dioses sobre los asuntos humanos? No es casualidad que el aspecto que adoptan los seres por los que pasa más rápido el tiempo y que no son percibidos por los gigantes que se mantienen ajenos al devenir de los acontecimientos sea el de los insectos. Precisamente la brevedad de la vida de los insectos nos hace a los humanos como inmortales en comparación, cuando en realidad siempre nos quejamos de lo corta que es la vida si la comparamos con la inmensidad del Universo.

Paradoja sobre la relatividad del paso del tiempo y que nos plantea todo tipo de dudas y de reflexiones, desarrollándose de manera ligera, para dar lugar a un estupendo cómic de ciencia ficción aderezado con esos toques irónicos propios del guionista de Northampton

Comentarios»

1. Ternin - enero 18, 2008

Joer, que buena pinta. Supongo que Moore optó por la mejor fórmula que tiene la género de la ciencia ficción: la brevedad.

2. Jaime Sirvent - enero 18, 2008

Gran post Etrigan. No recuerdo ahora mismo si leí esa historia o no, pero sí recuerdo que en esa serie de Clásicos DC aparecían en ocasiones historias cortas de ese tipo. Lo miraré a ver.

3. Ismamelón IV, el pequeñito faraón. - enero 20, 2008

Pues yo no la he leído, pero por imaginar que no quede…
Supongo que trata sobre los ordenes de complejidad creciente que Moore suele utilizar para superar el ámbito de lo subjetivo y reflejar lo plural y relativo de la noción de realidad.
Creo que juega con la percepción del mundo: el conjunto mayor (gigantes) no puede ver lo pequeño y lo pequeño (insectos) solo consigue apreciar lo mayor en una manifestación mínima y aislada. Dos mundos, dos esferas de sensibilidad que se encuentran en un mismo planeta de una misma galaxia, como las distintas representaciones sensoriales de los personajes que dan testimonio de su presencia. Eso que hoy muestran los documentales de naturaleza cuando les colocan camaras a los perros o los ratones.
Yo me conformo con eso. Pero si la explosión provoca una nube ascendente y los gigantes miran hacia abajo cuando está se produce podriamos meter en la lectura a un dios, a un creador, de por medio de una forma distinta a la que has apuntado. Solo puedo especular con la imagen de estos dos gigantes (¿intercambian miradas, hablan entre ellos?, en esta viñeta aparecen el uno al lado del otro y mientras uno mira hacia lo alto el otro permanece ensimismado) que se dan cuenta que algo ha ocurrido al ver la nube de polvo:
En los viejos tebeos una nube acompañaba las apariciones de Galactus y otros seres que sobrepasaban las dimensiones humanas (PROPORCIÓN/percepción-conocimiento/DIMENSIÓN). Esa vieja nube, que ni editores ni guionistas recuerdan -yo sigo creyendo que no han leído aquellos tebeos aunque no pueda probarlo-, y el carácter triste, melancólico y solitario, de personajes míticos como Galactus concuerdan de forma maravillosa, como ocurre con todas las creaciones verdaderamente populares, con las representaciones colectivas que son comunes a los diversos grupos humanos.
Si repasas todos los tebeos viejos que has leído (Stan Lee, Kirby, Byrne, Starlin, Englehart, Roy Thomas, Claremont, Stern) te resultará fácil encontrar historias en la que un ser mayor crea o encuentra otros seres menores, criaturas que utiliza como una automanifestación mediante la que conocerse y en la que el conflicto físico no suele ser más que una mero ardiz con que lograr una revelación que da pie al cese de la lucha. El ejemplo más burdo fue el del Todopoderoso de la Secret Wars, que Englehart arregló en los 4F, y otro más humano o psicológico fue el de la Cosa de Byrne que se quedó en el planeta de las Secret wars. Donde todo era imaginado, de tal manera que cuando se producía un progreso en la resolución del misterio el territorio y los personajes que el protagonista dejaba atrás se disolvían instantáneamente sin que la Cosa pudiera percatarse de ello. Y esto son las nubes imaginativas que cuando se levantan señalan el principio y, a la vez, el fin.
Nos cuentas que al producirse la explosión nuclear (lo nuclear, el atomo, la representación ordenada de una escala de conocimiento) y levantarse la nube de polvo, pues polvo es en la medida de esos dos colosos, los gigantes perciben pequeñas figuritas y entonces -yo no lo he leído, recuerda- hablan, cambian de postura, se manifiestan. Tenemos el fin de los insectos y el principio de los gigantes con la frase “La vida es corta” remarcada por el cartucho de texto “…Vega, en el cielo, sale y se pone mil veces por segundo…” Así se potencia esta sensación de niveles de realidad: pequeño, grande, lento, rápido, etc.
Sin embargo, como este blog se ha hecho para ir más lejos yo… “¡SÓLO SON TEBEOS! ESAS COSAS LAS DEJAMOS PARA EL MUNDO REAL, QUE YA NOS ENTENDEMOS TODOS.” [Pamgh-Pamgh-Pamgh ¡Muere, perro televidente!] Decía que como este blog nace para llegar lejos yo prefiero recordar que percibir es crear (volvemos a los documentales sobre animales) y que todo lo que creamos es percibido, por lo tanto, un efecto que actua sobre nosotros mismos como sucede con la cultura.
En tu entrada dices que son los insectos quienes llegan al planeta en el que se encuentran los gigantes. Los gigantes azules estaban allí antes que los insectos y solo llegan a percibir su presencia mediante la nube de polvo producida por la explosión que acaba con los invasores. Yo creo que veo esto:
Dos seres azules e inmóviles sobre pilares verdes son los únicos habitantes de un planeta. ¿Por qué son azules? Es necesario que lo sepamos y como no podemos tirarle de la barba al Alan Moore debemos imaginarlo. Recurrir a la analogía, es decir, a la naturaleza, y encontrar de entre todo lo que sea azul aquello que pueda ser sugerente a nivel metafórico, es decir, el mar y el cielo. Ya hemos captado una primera imagen que puede servirnos para hallar un sentido al color de los gigantes mediante la aproximación mar-azul-cielo, toca preguntarse que pueden tener en común estas dos figuras que hemos encontrado. Recordamos las mareas, cuya relación con lo celeste, de una manera simple, son movimientos (cambios). Porque lo que se mueve cambia de posición y la posición es un estado. Y también sabemos, lo hemos experimentado, que los estados físicos tienen su correspondencia emocional o psicológica de manera que cuando nos encontramos mal nos hundimos y cuando nos sentimos bien estamos en una nube, nos elevamos. ¿Cuál es la posición de los gigantes azules? Están sentados, inmóviles.
Todavía no sabemos porqué son azules. Vamos con esos pilares verdes e imaginemos qué es verde. Las plantas son verdes, creo que es más probable recordar una planta verde que un perro de ese color; así que tenemos un pilar verde sobre el que permanecen inmóviles, sentados, dos gigantes azules. ¿¡!? Creo que debo imaginar más, verde-vegetal = PLANTA/verde-vegetativo/PLANTA/verde-crecimiento. ¿¡!? Más imaginación… Hay que unir lo obtenido hasta ahora: verde-crecimiento y gigantes azules inmóviles, sentados como plantas. ¿¡!? Nos hemos perdido, recurramos al absurdo y transformemos a los gigantes azules en plantas; de este modo, si ellos son plantas necesitarán raíces, por lo tanto, los pilares verdes deben ser sus raíces.
Bien, verde-vegetal-vegetativo-crecimiento-planta-raíz… ¿Raíz como origen? No sé, los gigantes azules permanecen inmóviles, enraizados, sujetos a su origen. Y si tomamos el origen por nacimiento tenemos que los gigantes azules permanecen enraizados a su nacimiento, inmóviles detenidos…
Nuevamente inmóviles, detenidos. ¿Qué significa esto? Un simple diccionario nos bastará. ¡¡¡Joooder, inmóvil como inanimado, inerte!!! Un segundo, ¿y detenido? Estancado, parado, preso… No sé que ocurre, azul y verde parecen poseer connotaciones positivas pero los gigantes están empeñados en mantener todo lo contrario. Tengo que llegar más lejos aún: verde-vegetal-crecimiento-nacimiento/azul-mar-cielo-cambio.
Seguramente ocurre que aún no he encontrado un sentido a la inmovilidad de los gigantes azules; lo inmóvil no cambia y si no cambia no se produce crecimiento. De esta manera, nuevamente, recurriré a las posibles correspondencias emocionales o psicológicas:
Inanimado parece contrario a todo lo que he observado en el verde y estancado también lo es a todo lo que he encontrado en el azul. ¿Por qué están atascados y permanecen inmóviles, como inanimados? Vuelvo al azul. Azul y cielo, verde y planta. ¿Arriba y abajo, cielo y tierra? ¡Qué cosa tan vieja, en medio el hombre! Padre y madre, lo espiritual y lo material. ¡¡¡Agh, qué enorme rodeo!!!
Y si esto es así, entonces cabe la posibilidad de que los insectos sean productos de la imaginación de los gigantes que actuan retroactivamente sobre ellos para configurar o reforzar su propia identidad respecto a las significaciones negativas expresadas mediante los colores (apegos incestuosos, inmovilidad, negación de la realidad exterior a uno mismo). Por ello, veo en la nube de polvo un soplo de estos dioses, estos dos gigantes, un esfuerzo por revelarse a sí mismo el secreto de su existencia.
¿De qué color son los insectos? ¿Rojos?
Creo que acabará leyendo la Fábulas pánicas.

4. Ismael, el Espermatozón Rodríguez. - enero 20, 2008

Creo que la extensión desmedida de este comentario simboliza de manera inequívoca el anhelo de Ismamelón IV por suplir alguna tara física; seguramente de tipo sexual, que revela profundas latencias homosexuales largo tiempo reprimidas.

5. Etrigan - enero 21, 2008

Gracias por tu magníficas reflexiones Ismael. Es cierto que pretendo que este blog sea un ligar de reflexión y crítica centradas en las obras de determinados autores, sea cómic, cine, literatura,… Estoy un tanto harto de reflexiones ombligustasbloguerocomiqueras, y de habalar de cómics pero no de los contenidos. Ya existen otros blogs que lo hacen muy bien y a donde se puede acudir.
Por otro lado, Alan Moore es un autor cuya obra está llena de significados y referencias ocultas. es como los grandes arquitectos del gótico, o más bien como los artistas de finales del siglo XIX, que seguían el estilo modernista o el art decó. En su obra hy ciertos elementos relacionados con el lenguaje de los símbolos que da lugar a muchísimas interpretaciones.

Es cierto que el color azul de los gigantes no está ahí por casualidad, ¿no era de color azul el Dr. Manhattan?¿No estaba este personaje de Watchmen por encima del bien y del mal?¿No representaba el poder del átomo?
Si observamos la viñeta que ilustar este post, ¿qué significado tiene la raya que sale del dedo gordo del pie del gigante que está con los brazos cruzados?
¿Porqué son dos gigantes y no uno?¿Porqué uno mira hacia arriba, mientra que el otro obseva el cielo?
Muchas preguntas nos plantea el genio de Northampton, y sólo de la lectura global de su obra se puede entresacar su pensamiento y las diferentes claves para entender sus cómics.

6. Will NK - marzo 7, 2015

no creo que alan moore hable de comunicarse con dios o con extraterrestres… mas bien habla del espiritu de epocas, de paradigmas socioculturales. Moore no tiende a plantear cuestiones teologicas en ese sentido, no usa metaforas para hablar de dioses, sino que usa a dioses como metaforas para hablar de la humanidad…


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